Obra de arte de: Aly McKnight, 30. Reno, Nevada
NDN Collective
¿Y si lo mejor está por venir? ¿Qué pasa si el único «retroceso» es un regresar a nuestros cuerpos, a nuestras formas ancestrales, a nuestros espíritus, a la Tierra? ¿Y si pudiéramos imaginar de nuevo? ¿Soñar de nuevo?
El clima nos pregunta cómo queremos afrontar el futuro; se trata de la lluvia, el calor, el sol y el viento. El clima insiste en la humildad mientras damos la bienvenida al cambio; exige que nos inclinemos en reverencia a nuestro dolor y rabia mientras migramos, nos adaptamos e innovamos. El clima es el entendimiento de que estas realidades climáticas dan forma a cómo se desarrolla la vida aquí en la superficie de la Tierra. Qué se convierte y qué se desvanece. Justicia, del latín, que significa «rectitud, equidad, recto, justo», es una pregunta, un imperativo espiritual para encontrar la alineación entre la acción y la conexión a tierra. La Justicia Climática es nuestra visión que nos enseña a cómo movernos de manera honesta y audaz, conectados con lo que está ocurriendo en todas partes, en todas nuestras tierras y comunidades, aquí en la superficie de la Tierra, bajo las fuerzas de un clima desconocido. En este momento, debemos soñar el sueño indígena. Y por eso soñamos con la Justicia Climática.